(Paolo Aguilar/EFE)
Las esperanzas de la selección uruguaya estaban depositadas hoy en Luis Suárez, ausente por lesión en el primer partido en el que los charrúas cayeron 1-3 ante Costa Rica, en Fortaleza, y en su retorno el atacante del Liverpool no defraudó y fue el gran protagonista en la vitoria por 2-1 sobre Inglaterra.
Pocas veces tuvo el balón, debido al insistente marcaje de los ingleses, tanto sobre él como encima de sus compañeros para evitar que le llegase el esférico, pero cuando lo tuvo rompió casi siempre a la defensa de Inglaterra.
Suárez fue el héroe del partido, junto al portero Fernando Muslera, excepcional con sus atajadas que ahogaron el grito de gol de la minoría inglesa que acompañó a su selección en el segundo partido del Grupo D, esta vez disputado en el estadio Arena Corinthians de Sao Paulo.
En duda incluso para disputar el Mundial, el delantero fue confirmado por el técnico Oscar Washington Tavárez entre los 23 jugadores de la nómina definitiva y la apuesta era para tenerlo en el segundo partido de la celeste en el llamado "Grupo de la muerte".
Durante los entrenamientos previos en Sete Lagoas (Minas Gerais), donde Uruguay instaló su "cuartel mundialista", como en la práctica de ayer en el reconocimiento de campo del Arena Corinthians, el delantero se mostró aparentemente recuperado y las dudas quedaron disipadas con la actuación de esta tarde en Sao Paulo.
En una tarde fría y oscura del otoño paulistano, de 15 grados centígrados pero con una sensación térmica menor, Suárez dio el primer chispazo a los tres minutos y de inmediato animó a la hinchada celeste, mayoría entre los más de 60.000 espectadores.
Un posterior cobro de un tiro de esquina a los quince minutos ya presagiaba su importancia dentro del partido y a los quince minutos logró descolgarse por derecha poniendo una señal de alerta para los ingleses.
En una jugada al minuto 38 de Nicolás Lodeiro, nuevo jugador del Corinthians brasileño, el club dueño del estadio, el atacante Edinson Cavani lanzó un centro perfecto que encontró bien posicionado a Suárez y así el artillero del Liverpool, con un certero golpe de cabeza puso el 1-0 a favor de los suramericanos.
Con el 1-0 en el bolsillo, los dirigidos por Tavárez se fueron motivados al vestuario en el intervalo.
El segundo tiempo no fue diferente para el insistente delantero, que siguió soportando la alternada y férrea marcación de los ingleses.
A los cincuenta minutos de juego, en un impecable cobro de tiro de esquina, Suárez estuvo por poco para igualar el récord del colombiano Marcos Coll en el Mundial de Chile 1962, cuando marcó el único gol olímpico en la historia de los mundiales en el partido en el que Colombia y la desaparecida Unión Soviética igualaron 4-4.
Esta vez, el portero inglés Joe Hart tuvo que exigirse para evitar que el lanzamiento de Suárez se convirtiera en el segundo gol olímpico en una Copa del Mundo.
Los ingleses igualaron el partido a los 75 minutos con Wayne Rooney y cuando todo parecía sentenciado para un empate, de nuevo Suárez fue protagonista al aprovechar un descuido de la defensa inglesa y con su acostumbrada frialdad para definir poner el sello de la victoria celeste por 2-1, que reaviva sus esperanzas.
El gol cambió los papeles y los gritos ingleses por el empate fueron de nuevo callados por la mayoría celeste, que a pesar del frío encendieron la fiesta en el estadio Arena Corinthians.